El servicio de transporte del 065 que presta en la comarca de Ferrol la empresa Cogami-Autos Camilo en UTE y que hasta el momento atendía los viajes regulares, que se efectúandesde
hogares o centros de Día, y a los discrecionales, secunda hoy una huelga, por la reorganización del servicio. Así, desde el día 1 de marzo se dividirán las concesiones entre rutas discrecionales –sanitarias– y regulares y estas últimas pasarán a estar gestionadas por los propios centros, introduciéndose de este modo el copago del mismo, por parte de los usuarios.
hogares o centros de Día, y a los discrecionales, secunda hoy una huelga, por la reorganización del servicio. Así, desde el día 1 de marzo se dividirán las concesiones entre rutas discrecionales –sanitarias– y regulares y estas últimas pasarán a estar gestionadas por los propios centros, introduciéndose de este modo el copago del mismo, por parte de los usuarios.
La UTE que opera en la comarca continuará con el servicio discrecional y con los 14 trabajadores que tiene en la actualidad, al menos hasta que se les acabe el contrato a finales de marzo. Desde entonces la situación podría cambiar, ya que se realizarán menos kilómetros y servicios, aunque se les obliga a mantener los seis vehículos y las rutas integrarán también Cedeira y Ortegal. A los empleados del servicio ya se les ha comunicado que a finales de marzo concluye su contrato, por lo que no se sabe cómo continuará ni con cuanto personal.
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Por otra parte, el servicio regular, como se explica desde la CIG, no está todavía adjudicado, por lo que tampoco está claro cómo se va a efectuar una vez que se disgreguen los dos contratos actualmente en vigor ni cómo se atenderá a los usuarios.
La convocatoria de huelga de hoy se hará efectiva en toda Galicia, aunque el acto central de concentración será en Santiago. La Xunta no ha fijado servicios mínimos para esta jornada de huelga, lo que, a juicio de los sindicatos, demuestra el interés que tiene la Xunta por el servicio de transporte destinado a personas con movilidad reducida.
Desde la CIG se explica que el recorte del servicio “non só conleva un grave perxuizo para os usuarios e unha tentativa de desmantelar os servizos sociais na Galiza, senón que supón unha importante destrucción de emprego”. 
